A ver, cierra los ojos, concéntrate y ponte a recordar los viejos momentos, cuando estabas con él, recuerda la forma en la que te besaba, la forma que tenía de andar y como te daba la mano y rápidamente la soltaba porque le dabas un calambre. Su curva más bonita, la sonrisa, esa preciosa sonrisa, Recuerda también sus tonterías sin sentido, las peleas con la que os llevabais toda la tarde refunfuñados, recuerda también las reconciliaciones y la forma que tenia de atraerte hacia él para besarte. Tus pies al ponerse de puntillas para poder darle ese bocado que tanto te gustaba darle...
Recuerda su olor inconfundible, la forma que tenia de llevarte la contraria hasta hacerle rabiar, sus mensajes en el correo, las tardes sin hacer nada. Las risas, esas risas... Bien, ahora abre los ojos, están empapados de lágrimas... ¿Tanto lo querías? ¿Por qué lo dejaste escapar? ¿Sabes que es lo que tienes que hacer? Guarda todos esos recuerdos, encierralos con llave en aquel viejo baúl, tira la llave al río y empieza una nueva vida, recuerda que después de algo malo siempre llega algo bueno, pero sobre todo... ¡SÉ FELIZ!
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